sábado, 15 de marzo de 2014

Vila-(me) Matas suavemente


De todos los sitios donde sentarse a escribir cada mañana, Paulette Petras no eligiría nunca un restaurante chino, como hace el protagonista de Kassel no invita a la lógica. A ella, al menos, el olor a salsa agridulce filtrándose por todos sus poros no le invita a la escritura, ni siquiera a la digestión, como las penalidades melancólicas de Vila-Matas.

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